En un país de múltiples pobrezas, y dado que se da preeminencia a la pobreza económica por su impacto en la vida de las personas, la recreación se ve subordinada en la inversión a otras necesidades, en un marco de priorización donde es relegada a un último plano.
En este escenario el posicionamiento de la recreación es un desafío para quienes trabajamos en el sector y demanda una serie de competencias que le permitan a los profesionales argumentar de manera sólida la importancia de invertir en ella.
Asumir a la recreación como mediadora de procesos de desarrollo humano, significa comprenderla desde sus beneficios en cada una de las dimensiones de desarrollo de los seres humanos y tener claridad sobre las condiciones que hacen estos beneficios posibles.
Las prácticas recreativas son entendidas como complementarias a los procesos de aprendizaje y desarrollo cultural y como una herramienta para romper con los círculos de pobreza, dependencia, inactividad violencia y con los sentimientos de marginación y exclusión, los cuales a su vez se encuentran asociados a la pérdida de la autoestima.
El ocio y la recreación proporcionan un medio para estimular el crecimiento y la transformación personal positiva aunque se deba considerar que igual personas o grupos pueden asumir alternativas y prácticas que no necesariamente conducen a consecuencias negativas o que puede ser utilizado como instrumento para perpetuar valores inequitativos. Un ocio orientado al desarrollo humano, es un satisfactor de las necesidades humanas, de autonomía, competencia, de expresión personal e interacción social dentro del entorno del individuo.
Sin embargo, el ocio no contribuirá al desarrollo humano en ausencia de una dimensión moral y ética sostenible, por lo tanto hay que tener en cuenta que el ocio y la recreación reproducen muy diversos valores y expresiones que igual no son consecuentes con una sociedad sostenible, por lo tanto, se deben combinar con los valores sociales que sustentan la equidad, y que contradigan aquellos que no propician un desarrollo humano desde las identidades personales y sociales, fomentando que éstas se construyan desde posturas éticas mínimas, intersubjetivas y racionales.
Esto implica llegar a acuerdos, incluso dentro del sector de la recreación, de cuáles son los valores que han de sustentar un marco social que promueva el desarrollo humano a partir del fomento del potencial humano creativo, de las capacidades que influyen positivamente sobre los individuos y los grupos, y el autocontrol de los negativos, como el robo, el homicidio, el abuso de los recursos naturales. Como anota, Nahrstedt [1], la definición de los potenciales positivos y negativos depende de los acuerdos entre individuos y sociedades, lo que nos lleva nuevamente a la necesidad de acuerdos éticos y morales.
Desde una postura humanista, Cuenca [2] afirma que el ocio debiera ser, una vivencia integral relacionada con el sentido de la vida y los valores de cada uno y coherente con ellos, una experiencia de re-creación, que crea ámbitos de encuentro o desencuentro, se diferencia de otros tipos de ocio por su potencialidad para llevar a cabo encuentros creativos que originen desarrollo personal: ‹‹ Cuando hablo de ocio no me refiero a la mera diversión, el consumo material, el ocio pasivo o la simple utilización del tiempo libre. Aludo a un concepto de ocio abierto a cualquier perspectiva presente y futura, pero al mismo tiempo, entendido como marco de desarrollo humano y dentro de un compromiso social›› [3].
Se plantea que la explicación del ocio desde la experiencia individual es insuficiente en la medida que está atravesada por las condiciones del contexto cercano, por los referentes de la globalización y es en estos contextos donde el sujeto construye o resignifica sus imaginarios y construcciones culturales y sociales del ocio y la recreación; aprende y reaprende conceptos y prácticas, las relativiza o sostiene a través del tiempo.
El ocio facilita la individualización en el sentido que proporciona la posibilidad de explorar vías alternativas de pensar y existir, pueden utilizarse para apartarse de la mayor parte de las personas que conforman el mundo social: La imaginación y la experimentación creativa necesarias para la individualización usualmente suceden en soledad, pudiendo beneficiarse especialmente de la ausencia de evaluación de otras personas, pero el entorno desempeña un papel al reconocer y reforzar la expresión de talentos y gustos particulares.
La individuación y la identificación desempeñan una función dialéctica en el ocio para provocar la formación de una identidad propia. Los procesos dialécticos de diferenciación e integración, de identificación e individuación y de exploración y compromiso sugieren una serie de propuestas específicas sobre la relación entre identidad y ocio, como afirma Klieber [4] y su incidencia sobre los procesos de desarrollo humano.
Por otra parte, y más referida a los procesos de socialización, Bricknell [5] en sus estudios de ocio plantea que a través del acto del nacimiento el sujeto se relaciona con otros y sus significados, por ejemplo hombre, mujer, masculinidad, feminidad, raza, color, etc. Estos significados han sido social, histórica y culturalmente construidos, los cuales son influenciados por tales factores y los de su propia experiencia. Los significados cambian pero dentro del contexto de un entorno cercano o más amplio que le aporta e influye y por significados que puede adoptar y adaptar: Se ha de ser reconocedor que si bien el ser auténtico y autónomo implica en primera instancia una decisión individual, este proceso no está aislado de los contextos, lo que le presentará a los sujetos tanto limites como posibilidades para su toma de decisiones, el asunto está en cómo identificar y manejar esos condicionantes y ante cuáles ceder o no.
De ahí que la construcción teórica, la práctica, las políticas de ocio y recreación ha de tener en cuenta todas las dimensiones del fenómeno para potenciarlo como un mediador del desarrollo humano.
La metodología para la dinamización de las prácticas recreativas se fundamenta principalmente en la creación de espacios pedagógicos, donde se privilegia la participación activa de las personas, la potenciación de la capacidad de toma de decisiones y solución de problemas y conflictos y el desarrollo de habilidades para la vida, con un eje central, transversal, como es la lúdica, el goce y el placer por lo que se hace. Así si bien un ocio transformador puede generar momentos de desencuentro por las confrontaciones que genera consigo mismo y con los otros, la percepción de ganancia, beneficio o desarrollo, se constituye en una experiencia lúdica en esencia.
Como se observará desde las diferentes categorías de beneficios, las experiencias de ocio y recreación facilitadas por satisfactores sinérgicos, abordan muchos de estos factores, en la medida que no se dan únicamente en el contexto de lo individual sino también de lo colectivo.
Por otra parte, tales factores se pueden ver desde las necesidades planteadas por Max Neff e igualmente desde los derechos. Es decir se plantea como categoría incluyente a las necesidades, partiendo del supuesto que a partir de su realización se logran las condiciones deseadas para alcanzar los niveles de desarrollo a escala humana esperados y que en la medida que esto sea posible es porque los ciudadanos de un país como sujetos de derechos están teniendo acceso las condiciones necesarias para su desarrollo.
La experiencia de ocio, facilita la generación de dinámicas, se dan en un entorno bajo la influencia de un sistema ideológico que influye en los procesos e interacciones que se dan entre las diferentes dimensiones del desarrollo humano y de éstas con medioambiente en el que el individuo se desenvuelve.
1. Condiciones para abrir oportunidades de desarrollo humano desde la recreación:
Lograr el acceso a contextos de ocio y recreación que garanticen de manera sostenible sus beneficios requiere de unas condiciones éticas, políticas, de empoderamiento individual y colectivo, de desarrollo del conocimiento que hagan de los espacios humanos, etc., ambientes para el desarrollo humano con impacto sobre los niveles y condiciones de vida de las personas.
- Condiciones éticas: La vinculación de la recreación con el desarrollo, por si misma lleva a consideraciones de tipo ético. Cuál es el tipo de sociedad que se desea construir, desde que valores y con qué fines son preguntas que se hacen desde la recreación por su alto poder de transformación social e individual.
La posición ética que asuma quien diseña la oferta de recreación determinará en gran medida este poder transformación. Un contexto de ocio y recreación puede por si misma contribuir a alinear, a mantener condiciones de inequidad y de exclusión de un sistema o por el contrario puede facilitar procesos que contribuyan a construir sociedades distintas donde los resultados del desarrollo le lleguen a las personas.
Las sutilezas de lo que ocurre en la vida cotidiana, aquello que de tanto verlo se nos ha vuelto un lugar común – la inequidad de género, la conformidad con el hábito, la aceptación de la desigualdad, el consumo de bienes innecesarios entre otras, son aspectos que pueden ser transformados a partir de la vivencia recreativa.
La experiencia que se vive a través del juego y de formas jugadas, logran sacar a los sujetos de la comodidad de la rutina y facilitar su reflexión sobre si mismo, sus condiciones y las de su entorno.
A menudo se piensa que dado el carácter imprescindible de la recreación de favorecer el placer y la diversión en la vivencia, es contradictorio pretender abordar asuntos serios de la vida a partir de la misma. Sin embargo, una experiencia satisfactoria y alegre no excluye la posibilidad de conocimiento sobre sí mismo, de reflexión y reconocimiento realidades que pueden ser transformadas.
Es justamente la posibilidad de potenciar la dimensión lúdica de los sujetos como transversal a sus experiencias de vida, es una desafío para la recreación. No implica una vida sin dolor o sufrimiento, pues ello hace parte de lo humano, es la posibilidad de reivindicar una relación con el mundo desde sus posibilidades y no desde sus limitaciones.
La construcción misma de un proyecto de sociedad es una de las tareas de la recreación que le abre enormes posibilidades de intervención.
- Condiciones políticas. Estas son vistas desde varios aspectos. Por una parte, se refiere a las condiciones políticas que requiere el sector mismo para que se incremente la inversión en recreación en los departamentos. Supone por lo tanto un posicionamiento en las instancias de decisión nacional y regional que asegure el que la recreación sea tenida en cuenta tanto en las políticas públicas sociales como en los planes de desarrollo en todos los ámbitos (Nacional, departamental y municipal).
Lograr el posicionamiento de la recreación en lo político requiere de quienes trabajan en el sector un conocimiento amplio de lo político y lo administrativo, del funcionamiento del Estado, de la constitución, del marco legal de los diferentes sectores, de capacidades para la participación social y política, de tal manera, que pueda acceder de manera responsable a las instancias de decisión y estando en ellas, incidir en las decisiones políticas.
En este sentido el actor sectorial se juega un papel pedagógico, pues al estar en instancias de decisión, con posibilidad de acceso a los medios masivos de comunicación, ampliará las oportunidades de informar y formar en un concepto de ocio y recreación que trasciende al entretenimiento y al consumo, para que sea visto como una alternativa de desarrollo humano.
Como resultado, se espera incidir en la toma de decisiones en relación con las políticas laborales y demás sectores de la política pública.
Crear las condiciones políticas también significa incidir en los procesos de formación de ciudadanía. La recreación no puede estar exenta de su responsabilidad de formación política de los sujetos en sus diferentes etapas de la vida.
Si se asume éticamente que la vivencia recreativa es transformadora, necesariamente implica tomar conciencia del papel que juega en los procesos de formación política. Desde esta perspectiva se asume que la formación política se da desde la primera infancia e implica el crear contextos de empoderamiento desde la oferta recreativa, más aún considerando que está presente en todos los ámbitos de interacción de los seres humanos.
La capacidad de participación en este contexto cobra especial relevancia, desde la recreación se abre un espacio pedagógico que contribuye al desarrollo de competencias y habilidades que empoderan al sujeto y le amplían su posibilidad de acceso a alternativas de desarrollo.
La recreación orientada al desarrollo de una capacidad humana compleja como la participación abre mayores posibilidades de acceso a alternativas de desarrollo a personas en condiciones de pobreza, aumentando las oportunidades para hacer parte de la toma de decisiones en el diseño de programas y servicios que respondan mejor a sus necesidades, abordando las mismas barreras para la participación; en última el desafío es que las instituciones y organizaciones sociales de recreación trabajen por la inclusión para encontrar medios innovadores para proveer espacios para el desarrollo [6].
- Condiciones desde los ámbitos de interacción: La institución educativa – pública o privada, la empresa, la familia, la comunidad, son espacios donde por excelencia es posible generar procesos de educación para el ocio y la recreación. Difícilmente será posible que programas aislados de las dinámicas de los seres humanos en la vida cotidiana logren los beneficios esperados de la recreación.
Si lo que se espera es que el resultado del desarrollo le llegue a las personas en concreto, será en su vida cotidiana donde se hagan posibles los beneficios de la recreación. Esto no significa intervenir en la vida privada de las personas, ni predeterminar sus opciones recreativas, el reto por el contrario, es el desarrollo de la autonomía y de la capacidad para incidir tanto en sus decisiones de recreación como en las tendencias locales o globales a las que tiene acceso.
Por ejemplo, desde las políticas empresariales pueden facilitar o favorecer procesos de educación para el ocio y la recreación. El tipo de oferta que se le ofrezca al empleado, sus posibilidades de disfrute de tiempo libre y los “usos” de la recreación son determinantes aspectos de empoderamiento en este ámbito, o por el contrario, puede constituirse en un factor de alineación de procesos de cambio para que nada cambie.
Al pensar en el desarrollo social de un país, sentimos el vacío de un modelo que conduzca a una transformación productiva con equidad social, la cual está en total divergencia con la equidad, cuando deberían caminar de manera articulada. La primera indica un direccionamiento para la racionalidad económica, la segunda implica un compromiso ético.
Partiendo de este enfoque la recreación en la empresa, es vista como una posible vía de responsabilidad ético social. Con base en este direccionamiento podemos vislumbrar una construcción de una sociedad mejor, donde los individuos puedan disfrutar de una vida saludable, tener acceso a los recursos necesarios para un digno patrón de bienestar social y calidad de vida. En este sentido hay un largo camino por recorrer [7].
En la escuela, el ideal es que los procesos de educación para el ocio y la recreación se den desde la primera infancia, en esa medida los niños y las niñas desarrollan competencias tempranas para el manejo de su tiempo libre y paralelamente aporta cualitativamente a la calidad de la educación.
Así familia, comunidad, son espacios donde día a día los sujetos construyen hábitos, se desarrollan y tiene la posibilidad de que el ocio y la recreación sean facilitadores u obstaculizadores de sus procesos de crecimiento, como producto de la interacción de satisfactores, lo cual hace que se constituyan o no en mediadores del desarrollo humano.
- Condiciones relacionadas con el conocimiento: Se parte del supuesto que el conocimiento es desarrollo. Garantizar que el ocio y la recreación contribuyan al desarrollo humano a través de los beneficios en dimensiones concretas del sujeto, es posible en la medida que los satisfactores que se construyan a partir de la articulación de elementos ideológicos, teóricos y metodológicos, partan de un conocimiento a profundidad tanto del ocio y la recreación como de aquellas áreas sobre las que pretende tener un efecto.
El asunto de construir alternativas de desarrollo requiere de un cuerpo de conocimiento interdisciplinar relacionado tanto el ocio y la recreación, como de los contextos e intencionalidades de transformación. En consecuencia, garantizar los beneficios de la recreación requiere de profesionales formados para ello.
La sostenibilidad del sector de la recreación y la garantía del valor de su impacto social, educativo, económico, por mencionar algunas de sus categorías de beneficios, requiere un proceso continuo de producción y validación de conocimiento y una interrelación permanente con otras áreas de conocimiento.
La construcción de opciones de desarrollo desde la recreación, no es sólo un asunto técnico, demanda competencias ciudadanas y en el manejo de áreas específicas desde lo teórico y lo metodológico, pero también desde la formación misma desde el “ser” de quienes asumen la responsabilidad de diseñar tales opciones
Los anteriores son apenas algunas de las condiciones sobre las cuales sería necesario actuar para garantizar una oferta de ocio y recreación equitativa y justa, muchos otros aspectos no son considerados en este análisis, pero por ello no menos importantes, tales como la incidencia sobre el manejo que los medios masivos de comunicación dan a la misma, el papel de la industria del entretenimiento en la construcción de imaginarios; el problema de la exclusión, el papel de la globalización, del desarrollo tecnológico, son entre otros aspectos que se deberían abordar para ser socialmente responsables.
2. Los beneficios de la recreación
La recreación es un derecho humano básico, como son la educación, el trabajo y la salud. Nadie debe verse privado de este derecho por razones de género, orientación sexual, edad, raza, credo, estado de salud, discapacidad o condición económica. El desarrollo del ocio se facilita a través de la provisión de las condiciones de vida básicas como la seguridad, el cobijo, los ingresos, la educación, los recursos sostenibles, la equidad y la justicia social [8].
Las sociedades son complejas y están interrelacionadas y la recreación no puede separarse del resto de los objetivos vitales. Para lograr un estado de bienestar físico, mental y social, un individuo o grupo debe ser capaz de identificar y materializar sus aspiraciones, satisfacer sus necesidades e interactuar positivamente con el entorno. Por lo tanto el ocio se considera un recurso para mejorar la calidad de vida.
El concepto moderno de la recreación la define con un sentido más social, en la medida que tiene impacto no únicamente sobre el desarrollo de la personalidad individual sino que busca que este desarrollo trascienda al ámbito local y propicie dinámicas de mejoramiento y autodependencia de las comunidades, a partir de unos indicadores y beneficios que deben ser garantizados en la calidad de vivencia, la cual debe respetar su dimensión humana esencial: la lúdica, las actitudes y la libertad de elección por parte de quien se re-crea.
La psicología evolutiva plantea un amplio rango de factores que pueden influir en el desarrollo humano como se plantea en la figura 1. Incluye áreas de estudio como la psicología, la genética, la historia psicosocial, la educación, la religión, la familia, el hogar, el estatus socioeconómico y la cultura.
Como se observará desde las diferentes categorías de beneficios, las experiencias de ocio y recreación facilitadas por satisfactores sinérgicos, abordan muchos de estos factores, en la medida que no se dan únicamente en el contexto de lo individual sino también de lo colectivo.
Por otra parte, tales factores se pueden ver desde las necesidades planteadas por Max Neff e igualmente desde los derechos. Es decir se plantea como categoría incluyente a las necesidades, partiendo del supuesto que a partir de su realización se logran las condiciones deseadas para alcanzar los niveles de desarrollo a escala humana esperados y que en la medida que esto sea posible es porque los ciudadanos de un país como sujetos de derechos están teniendo acceso las condiciones necesarias para su desarrollo.
sábado, 11 de septiembre de 2010
lunes, 6 de septiembre de 2010
jueves, 2 de septiembre de 2010
MINEROS, OBREROS, TEMPOREROS: UN GRUPO SEGREDADO
A raíz de lo que ha pasado recientemente en nuestro País, podemos reflexionar respecto a lo indefensos y abandonados que están los grupos de las clases obreras en Chile, podríamos pensar, ¿De qué ha servido las convenciones internacionales que buscan proteger los Derechos Humanos, intercediendo para una mejora o redes de protección sobretodo en el ámbito laboral?, si basta con ver lo que pasa con nuestros compatriotas mineros en el Norte de Chile, para ver que se siguen vulnerando los derechos de los trabajadores y con ello se arrastra a toda una familia, si bien ellos han dado muestra de una organización y manejo de grupo que bien la quisieran muchas de las instituciones que proliferan en nuestro país, también podernos evidenciar que estos grupos que he clasificado; sólo por nombrar algunos, ya que provengo de la comunidad de los temporeros, y puedo dar fe de lo postergado de este grupo. El conjunto de mineros que se encuentran luchando por su sobrevivencia, ya han superado su etapa de grupo y han pasado a la otra fase, convirtiéndose en una Comunidad. Pero para entender el ¿Por qué? De tanta postergación debemos hacer un poco de historia con fundamentos teóricos, ya que más bien esta desigualdad tiene su origen en el concepto de CLASE:
¿Cómo podemos definir el concepto de clase?, ¿las clases son una especie de selección natural o las auto imponemos?
Según la historia de la humanidad, siempre han existido las clases, lo que ha variado es la interpretación del concepto clase, en este sentido hay tres corrientes que son interesantes de ahondar o al menos entender, ya que cada una de ellas nos ayuda a comprender nuestro comportamiento en la sociedad.
Si bien cada sociólogo o estudioso, está parado sobre su propio paradigma, no dejan de ser influenciados por distintas corrientes, por lo que el concepto de clase que manejamos hoy tiene que ver con estos modelos.
Resulta muy familiar el concepto de clase que describe el Sociólogo Karl Marx, el que planteaba que la Clase, se definía por los medios de producción, o sea el propietario y el que proporcionaba la mano de obra.
En cambio Max Weber si bien se basó en los estudios de Marx, planteo una visión más amplia, considerando a la sociedad compleja y multidimensional, incorporando los conceptos de estatus y el partido, centrando su versión en los medios de producción, que no es lo mismo que la propiedad.
Otra corriente interesante es la del Sociólogo Erik Olin Wright, ésta se sustenta sobre la base de tres dimensiones; El control sobre las inversiones o el capital monetario, El control sobre los medios físicos de producción (tierras o fábricas y oficinas) y El control sobre la fuerza de trabajo.
Al darle una clasificación multidimensional al concepto Clase como lo hace weber podemos entender mejor o dicho de otra forma es posible que La Clase la podemos entender o mirar desde distintos puntos que la influyen, como lo son el más común de todos, la ocupación, pero es también en este punto donde según mi opinión se han producido grandes cambios, que provocan una movilidad social, propia de la sociedad moderna, si bien hace siglos que existe la movilidad social, es en estas últimas décadas que se ha acentuado y ha modificado con fuerza la sociedad. Actualmente los hijos de los obreros están obteniendo títulos técnicos y universitarios que les permiten acceder o formar parte de las clase media o alta, al tener acceso tecnológico en los mismos estándares que los que originalmente provienen de la clase acomodada, provocando un fenómeno único de nuestros tiempos, este es que sus descendientes, ya no serán de la clase obrera de la cual son originarios sus abuelos, sino que ya pertenecerán a la clase media, con posibilidad que ascender a la clase alta. El hecho de que la mujer haya obtenido privilegios que antiguamente fueran reservados para el género masculino, también genera un cambio en el concepto Clase.
Si tomamos el paradigma rígido de Marx, no podríamos entender el constante cambio de nuestra sociedad, limitándonos solo a clasificarnos por propietarios y obreros. Esto nos llevaría a entramparnos y no entender la Pobreza como una condición, sino como algo incambiable, sin embargo los paradigmas de Weber y Wright nos muestran que no se basa solo en la tenencia, sino en la manera en que formamos parte de todo.
Aunque existen teorías que sustentan la movilidad Social, también es cierto que existe aún un número de personas que mantienen sus privilegios heredados que son traspasados de generación en generación, coartando la utilización o la generación de oportunidades para las personas de clase media o en situación de pobreza, ya que no es una falta de capacidades, sino una falta de oportunidad, puesto que la sociedad discrimina por donde naciste o con quien te relacionas.
Según Sociólogos, la medición de las clases debiera ser respecto a factores culturales, al estilo de vida y al consumo; en este sentido se podría obtener una nueva clase, ¿cómo se podría clasificar a alguien que no tiene una estabilidad laboral?, según la mayoría de los sociólogos, sería de la clase obrera o de la llamada mano de obra, pero sus estándares de vida en cuanto al consumo de bienes demuestra que posee poder adquisitivo, también tenemos la otra cara de la moneda, ¿qué pasa con aquellas familias o sociedades que poseen grandes riquezas materiales? Pero su educación y vivienda son precarias, ¿como mediríamos entonces la clasificación de clase?.
La clase alta goza de privilegios no solo en la propiedad de los recursos, tierras o fuentes laborales, también de la impunidad en que permanecen sus actos, con esto me requiero no a actos delictuales como la legislación los clasifica, sino a los enormes abusos que se generan por sobre las clases sociales más bajas o con menos poder adquisitivo.
Según mi opinión al ritmo que cambia nuestra sociedad y la constante movilidad social, es que debemos pararnos sobre un paradigma más real a nuestras sociedades y culturas, que por estar tan pendiente de cifras nos olvidamos de las personas sedientas de conocimiento para salir en busca de nuevas oportunidades y burlar la estratificación discriminatoria negativa, que no permite que las personas escalen a la clase social que está sobre ellos y que los aplasta y les extrae hasta ya más no poder sus recursos físicos y espirituales, sumiéndolos en un estado de subyugo, coartando su capacidad de alcanzar oportunidades, lo que los asume como seres incapaces de obtener logros por ellos mismo convirtiéndolos en unos nadie que no luchan y que sólo esperan que la buena suerte les llueva desde el cielo, asumiendo el abuso sin un ápice de voluntad para luchar por sus derechos, es por ello que la organización y trabajo en grupo es tan importante, ya que se potencian las capacidades individuales en pro de un bien común, puesto que al asumir roles refuerza el autoestima y la dignidad de las personas.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)